lunes, 9 de junio de 2008




“Las estructuras microscópicas sirven como inspiración para el diseño de éste espacio con formas irregulares basado en esponjas y corales. La forma no esta explícitamente "diseñada", es más bien el resultado de la subdivisión del espacio encontrado en la naturaleza, como en microorganismos, cristales minerales y la formación natural de burbujas.”



La base del trabajo del arquitecto alemán Chris Bosse es el estudio computarizado de estructuras con formas particulares. Influenciado por el trabajo de Frei Otto y fascinado por la complejidad de algunos microorganismos como corales y esponjas, ha expuesto los resultados de su investigación en el proyecto Bubble Highrise, una estructura compuesta de módulos en forma de esferas. Sucesivamente, junto al estudio australiano PTW Architects, aplicó este método a la estructura del National Swimming Centre de Beijing, que esta siendo construido para las Juegos Olímpicos del 2008.



El último proyecto de su “arquitectura genética” o “bionica”, resultado de un sofisticado sistema computarizado que a través de complejos cálculos algorítmicos simula la estructura natural de distintos organismos, es el Paradise Pavilion, de la pasada exposición Entry 06 en Essen, Alemania. El pabellón, pesa solo 17 kg. Y está compuesto por un esqueleto mórbido y flexible, realizado con un nylon high tech, que lo hace enteramente desmontable, transportable en un bolso de dimensiones pequeñas y fácilmente reensamblable en una hora.

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